Kodak: la historia de un fracaso en
el 2012
La conocida marca de
cámaras, rollos fotográficos y revelado se mantuvo por décadas número 1 en todo
el mundo, pero su lenta adaptación a la tecnología los relegó al olvido, que
hoy intentan revertir. ¿Qué podemos aprender de la
experiencia de Kodak?
Conocer el auge y caída de Kodak es una excelente forma de comprender lo
difícil que es mantener un gran negocio en este mundo de cambios vertiginosos,
donde es usual ver caer a gigantes de la industria. El caso de Kodak es
ejemplificador: en sus laboratorios nació la primera cámara digital (1975) y
comenzaron a lanzar sus primeras cámaras digitales al mercado en la década de
los noventa. Fueron advertidos con al menos 10 años de antelación de la
relevancia que tendría la fotografía digital y aún así se hundieron. El año 2012, Kodak se declaró en
bancarrota.
ANTECEDENTES
La historia de Kodak es
fascinante: su fundador George Eastman
se había mudado a la ciudad junto a su familia, luego de la muerte de su padre,
quien era un hombre de negocios. La fortuna se desvaneció, por lo que pasaron
de una gran prosperidad económica, a una vida modesta en la que con solo 14
años George, tuvo que dejar los estudios y trabajar.
Era difícil imaginar que este humilde joven iba a
formar una empresa de impacto mundial, más aún, en un área en la que no tenía
experiencia. A sus 24 años, George compró una cámara con el fin de registrar
sus vacaciones, pero no fue capaz si quiera de tomar una fotografía. No era
nada de fácil utilizar una cámara en aquellos tiempos, por lo que tuvo que
pagar a un fotógrafo por clases particulares. Así comenzó a adentrarse al mundo
de la fotografía, dedicando tiempo a ello luego de salir de su trabajo en un
banco, experimentando hasta altas horas de la noche.
Mientras el
foco de los fabricantes estaba en cámaras, había algo que todos necesitaban y
en lo que él vio la oportunidad: las películas. Le esperaba un prometedor
futuro como banquero, sin embargo, decidió renunciar a su trabajo para
dedicarse con todo a su pasión: hacer la fotografía accesible a las masas.
Pero la vida del fundador de Kodak, no tuvo un
final feliz. El astuto inventor y hombre de negocios, se suicidó de un disparo al corazón a los 77 años.
Auge y
caída de Kodak: kodak se declara en bancarrota
Alguna vez la fotografía fue un arte accesible solo
para unos pocos; tomar una fotografía podía ser muy engorroso. Por lo que Kodak
llegó a cambiar esa realidad, creando
cámaras que podían ser utilizadas por cualquier persona gracias a su facilidad
de uso. Su lema era “Tú presionas el
botón, nosotros hacemos el resto”.
Al inicio el negocio se basaba principalmente en la
venta de rollos y suministros para imprimir las fotografías. Vendían sus
cámaras a precios muy bajos, obteniendo márgenes mínimos. Luego ganaban dinero
cuando la gente tomaba e imprimía las fotos.
Luego de pocos años, Kodak era esplendorosa a
inicios de los noventa, llegando a tener más de 140.000 empleados a lo largo
del mundo y suculentas ganancias. Pues se trataba de una empresa altamente innovadora y exitosa, era muy difícil
imaginar su caída, pero el inicio de su “fin”, nació en sus propios
laboratorios, con la primera cámara digital.
Uno de sus
investigadores, fabricó el primer prototipo en 1975, siendo en esos tiempos una
tecnología cara y de baja calidad. Pasaron los años y la fotografía digital
cobró cada vez mayor relevancia, Kodak consciente de ello, también dedicaba
parte de sus recursos a crear este tipo de cámaras. No obstante, otros
fabricantes lograron crear cámaras digitales de mejor calidad.
Aferrarse a lo que les dio muy buenos resultados en
el pasado, se convirtió en un lastre para Kodak: querían a toda costa
incentivar a la gente a imprimir las fotografías, pero las reglas del juego
habían cambiado: lo análogo estaba destinado a ser desplazado por lo digital, y
las imágenes físicas por las virtuales.
Zona de
confort
Kodak fue líder en su rubro y se
posicionó en el mercado de una manera impecable, llegó a penetrar las mentes de
sus fieles clientes debido a las fotografías eran de gran calidad con respecto
a la competencia. Esa era su zona de confort, el hecho de imprimir las fotos a
través de los rollos de las cámaras tradicionales y no innovar. Ellos veían que
les iba a bien y no cambiaban nada la forma como trabajaban, no sentían necesidad por innovar o
desarrollar alguna nueva tecnología dándoles más ventajas competitivas o
adelantándose a la competencia (la competencia siempre busca innovar para ir
posicionándose y ganar). Ellos creían que su modelo de negocio sin cambios iba
a ser duradero y factible siempre.
Lecciones que
nos deja kodak
1.
Pensar fuera de la caja
Eastman debió comprender la situación actual, en
ese entonces, de hasta donde se podía llegar con la revolución de las cámaras. Esto
pudo evitar la inundación de kodak
2.
No descuidar nunca a la
competencia ni el "clima social"
Pese a ser el líder en el mercado, kodak debió
estar enterado de lo que sucedía en su entorno. Tales como competidores, redes
sociales y las nuevas formas de compartir momentos que era lo que buscaban sus
clientes.
3.
La rapidez de adaptación
La capacidad de adaptarse no se suple por la
experiencia y en el mundo de hoy, no sólo la requieren las empresas, sino toda
organización y persona.
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